lunes, 28 de diciembre de 2009

Centésima décimo séptima carta

Barcelona, Lunes 28 de Diciembre de 2009

Mi amor:
No te puedo llamar de otra manera, no ahora. Te he pedido que me olvides, con lágrimas en los ojos, lágrimas que estaban a punto de salir. Sinceramente, pienso que te estoy estorbando. Anoche soñé contigo otra vez, como todas las noches, y esta mañana seguí pensando y pensando en ti. Aunque esté con otras personas no puedo dejar de extrañarte. ¡Cómo me gustaría volver a ser tu juguete!, antes no quería serlo, quería que me amaras, pero ahora, anhelo ser tu juguete. Cómo me gustaría que juegues conmigo, que vengas y te vayas, que pases y me dejes. No así, no estando separado de ti, esto no es vida.
Lo he pensado, mucho, creo que lo mejor es desaparecer de tu vida. Sé que me costará y en el intento no dejaré de pensar un segundo en ti, pero tal vez lo mejor sea tirar todo, destruir todo, y luego, cuando pase el tiempo, volver a armarlo. Empezar todo de cero. Sé que es arriesgado, sé que es estúpido, pero tengo que hacer el intento, porque después que hablamos ayer, me di cuenta que aún quedan muchos enojos y resentimientos en tu corazón.
Te diré que todo terminó, que te he olvidado, incluso que me he enamorado de otra persona, que es mi nuevo amor, si eso hace posible que podamos volver a estar juntos. Hasta que me olvides, voy a intentarlo. Sé que es una locura, pero creo que no tengo más opción, es muy arriesgado, mucho, pero lo intentaré. Lo haré por nuestro amor, aquel, amor, nuestro amor.

Tuyo, Frank.

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