lunes, 17 de enero de 2011

147º carta

Estocolmo, Lunes 17 de enero de 2011

Amada mía:
Es de madrugada, casi amanece y no puedo dormir. Sólo tengo un pensamiento en mi mente y eres tú. El motivo que me lleva a escribir esta carta es que no puedo seguir así, cada día que pasa te extraño más.. no es que con el paso de los días te voy olvidando, sino todo lo contrario, te recuerdo y me haces más falta.
Pensando y pensando me di cuenta que los dos tenemos un problema.. los dos extrañamos a esa Adhy que eras antes y ambos queremos que vuelva, porque esa Adhy de la que me enamoré, no está muerta, sólo dormida, porque estoy seguro que aún vive dentro de ti.
¿Sabes? muchas veces había escuchado hablar de ti, te conocía a través de los dichos de otras personas, pero cuando empezamos a estar juntos y te conocí realmente, me di cuenta que eras una mujer increíble, única. Vi una parte tuya de la que nadie me habló.. y creo que pude tocar tu alma con las manos (como dice la canción). Hoy, sigues siendo la mujer increíble y única.. sigues siendo todo para mí.
Como no podía dormir me puse a mirar tv, justo en el capítulo que vi, tres hombres perdieron a las mujeres que amaban; dos porque ellas murieron y el tercero porque se divorciaron. Yo aún te tengo, fui un estúpido al pensar, al decir y al creer que la mujer que yo amaba había muerto, porque no es así, porque aún nos queda tiempo.
Yo no creo que seas la mala de la película, no creo que seas la mala de la relación y yo sea la víctima. Te pido perdón, porque sé que muchas veces te hice sentir así, pero nunca fue mi intención. Tal vez no fui claro al expresarme o tal vez, me puse en el lugar de víctima sin darme cuenta. Tal vez nunca te lo dije, pero yo me siento el mayor hijo de p### al no poder aceptarte tal y como sos, miro y escucho a las personas que le dicen a sus parejas "no te cambiaría nada", "te acepto como sos" y me siento un cretino, aunque tenga mis razones para ser celoso, en esta relación no son válidas. Pero aún así creo que acá nadie es el "malo" ni nadie el "bueno", somos un equipo o al menos eso se supone que deberíamos ser, hacemos lo que podemos. Yo no te culpo por estar "dormida" y he dejado de culparme también, pero como te decía al principio de esta carta, no resisto más estar así, sintiédonos tan distantes aunque estemos juntos, extrañándote cada vez más.. así que te pido, por favor, que me dejes participar en tu vida y que vos participes en la mía, te pido que me dejes ayudarte a encontrarte de nuevo a vos misma, dejame ser tu todo de nuevo, dejame estar en tu vida sin la distancia que hay ahora. Pero sabes? siempre recuerdo esa frase que me dijiste un día "sólo conservas lo que no amarras" (o algo así).. siempre vas a tener una puerta abierta para salir y nunca vas a estar obligada a quedarte conmigo si no lo quieres, pero mientras que me ames, nunca me resignaré a perderte. Aunque ya sé que también fui idiota al decirte que te dejaría o que me divorciaría de ti.. es sólo que a veces no puedo soportar la ansiedad y el sentimiento de querer tenerte, de amarte.. y no me refiero sólo a sexo porque lo nuestro es mucho más que eso.

Tuyo siempre..

Tu chiquilín,
tu Frank,
tu Sr Revilla.

domingo, 19 de septiembre de 2010

146º Carta

Amsterdam, Domingo 19 de Septiembre de 2010

Querida mía:
Nada es igual desde que me cayo la ficha; la tristeza ahora monopoliza el centro de mi atención y deja vencidos a los demás sentimientos. Hoy no siento la desesperada locura por tenerte, ni los grandes deseos, ni lo sueños por cumplir.. me siento roto, me siento enfermo y una vez más siento que he vuelto a ser ese monstruo sin corazón. Pero no te exaltes, tú no te inmutes, porque no te estoy culpando. Me vuelvo a culpar yo por no ser suficiente para ti, porque quieras o no, esta enfermedad que te ataca y la muerte que te acomete día a día, dejándote sin emociones y en punto muerto, son culpa mía. Si yo fuera lo que tú necesitas, aún si te quedaras sola y sin amigos, estarías satisfecha conmigo.. tendrías ganas de todo y vivirías con una sonrisa en los labios. Pero no es así. Y es culpa mía.
Perdóname, mi amada, por no haber sido nunca lo que tú esperabas y aunque me ames, no soy suficiente para que te sientas completa.
Haría lo que fuera para que te sintieras así, sería capáz de cumplir la palabra que te diera antes de intentar suicidarme, la de buscarte un hombre que sea capáz de darte lo que yo no puedo.

Tuyo siempre, Frank.

sábado, 18 de septiembre de 2010

145º Carta

Berlín, Domingo 19 de Septiembre, madrugada

Amada mía:
Fue hace seis años cuando indirectamente me pediste que no perdiera el tiempo contigo. Tú estabas destrozada porque Tomas te había dicho que ya no volvería nunca a tu lado, y aunque te parezca mentira, yo me siento así hoy. Y no es porque me hayas dicho que terminamos, es más, tú ni sospechas que me siento así y que siento el terrible final en el aire. Vi avanzar tu enfermedad y eso me llena de temor, ¿Qué pasará si nunca te recuperas? terminaremos ambos muertos en vida, porque tú sabes que eres mis ganas de vivir y si tú no tienes ganas, yo no tengo nada. Las horas se hacen lentas y pesadas mientras espero para tener una charla contigo; mis ojos apesumbrados arden del dolor por el esfuerzo que hago porque no caigan las lágrimas, y no dejo de escuchar tu dulce voz llamándome a lo lejos.
Ayer me preguntaste por qué planeaba mi futuro contigo, y creo que si te veo hoy te contestaré a eso. No quiero vivir una vida vacua contigo, creo que preferiría estar muerto a sufrir ese castigo.. a verme obligado eternamente al aburrimiento y a disfrutar de tus pequeñas muestras de amor, mientras nos consume el silencio, la costumbre, el hastío y la rutina.
Hoy quiero proponerte que empecemos todo de nuevo, pero no porque estemos peleados; sino porque anhelo los días pasados hace seis años, y a pesar de que hayan pasado cosas horribles luego, como el conocido y mencionado viaje a Dubrovnik, creo que siempre puedo rescatar cosas buenas de nuestra relación, y aunque haya llegado a pensar que era tóxica y que era un castigo, hoy pienso lo contrario y si decidieras terminar, me llevaría sólo recuerdos hermosos de lo que fue una aguja en el pajar; porque lo nuestro es único e irrepetible, como los cometas se ven cada cien años, lo nuestro sólo se podría ver cada eternidad.
Firmo esta carta con dolor de mi alma, y aunque quisiera escapar al castigo, desearía que nuestro amor fuera eterno y que no terminara nuestra relación jamás.

Tuyo por siempre, Frank.

viernes, 17 de septiembre de 2010

144º Carta

Vilna, Sábado 18 de Septiembre, madrugada.

Amada mía:
Hoy me ocurrió algo terrible, y si me preguntaras ahora te diría que estoy muerto por dentro. Ni las palabras me salen, no puedo escribir, no sé qué decirte, así que iré al grano.. como aquella vez que me preguntaste qué quería contigo, ¿lo recuerdas? Amor, creo que a pesar de todos mis intentos.. te perdí.
Es como si la vida me lo hubiera dado todo y de pronto me lo quitara, de un zarpazo.. aunque yo presentía que algo te ocurría, miraba los síntomas como el doctor mira los de su paciente y puede descifrar cuál sea su enfermedad. Yo veía avanzar tu enfermedad, pero mi iluso corazón me decía que era sólo una etapa, que era sólo un momento, que un día te ibas a curar; pero hoy me di cuenta que no, que nunca volverás a ser la misma de la que me enamoré. Nunca volverás a ser aquella que me dijo que le gustaría ir a aquel paraíso tropical conmigo. Nunca volveré a ver comentarios tuyos en mi blog y tampoco a leer canciones de amor en el tuyo para mí. Siento celos al recordar aquellas que le dedicaste a Tomas, y yo pensaba ilusamente que después de casarnos podría llenarme de emoción al ver alguna para mí, pero no; hoy me di cuenta que no lo harás, ni tampoco planearás un futuro para nosotros.
Mi cabeza da vueltas y no le encuentro a nada sentido. Todo se diluye cuando está a punto de llegar a mi corazón. ¿Dónde está el suelo y donde el techo? todo me da vueltas, mientras caigo de bruces sobre la realidad. Yo te amo, te amo casi irrealmente, daría todo porque ese amor pudiera recuperarte, pero en cambio me da una bofetada cuando me doy cuenta que nada de lo que haga te devolverá la salud. Y no sabes cómo me arrepiento de no haber disfrutado más los días en que empezábamos a enamorarnos.. todo era increíble, todo era como un sueño. Esperar la noche para salir juntos a cualquier lugar, dedicarnos canciones de amor y escondernos de la mirada de la gente curiosa en algún rincón oscuro donde pudiéramos disfrutar de ese amor. ¡El que no sabía que tú tenías por mí! Cuanto tiempo me pasé pensando que no me amabas, cuanto tiempo desperdicié pensando que no eras mía. Aunque como lo hemos dicho, ambos sabemos que estábamos destinados a estar juntos.. y siempre fuiste mía, aún cuando no existía en tu vida. Y siempre seré tuyo, aunque tal vez nada vuelva a ser como antes. Te extraño mi amor.
No puedo hallar una causa a tu empeoramiento de salud. Has sufrido mucho y no te culpo; y aunque digas que no, yo sé que algo de culpa tengo yo también por no haberte sabido dar esa libertad sin límites que él sí te daba. Como tu taza de café, siento que algo expiró. Quiero irme y que termine este dolor ya mismo, pero te amo demasiado como para dejarte; ¿Cómo dejarte sola en esta enfermedad? Aunque me duela verte empeorar y debilitarte, seguiré a tu lado, tomándote de la mano, cuando dejes de verme, dejes de oirme, cuando dejes de caminar y aún pierdas por completo el habla. Aún en el más profundo de los pozos, yo estaré contigo, porque somos uno, soy parte de ti y tú de mí y te seré fiel hasta la muerte. Seré tu perro lazarillo y el bastón donde te apoyes, y aunque esta horrible y escalofriante sensación de final me abrume, seguiré a tu lado y te amaré con todas las fuerzas de mi corazón. Y si un día al despertar y buscarte en mi cama no te hallara, si dejaras de existir, sabré que mi misión ha terminado y podré unirme a tu muerte para siempre.

Tu amado Frank.

sábado, 4 de septiembre de 2010

143º Carta

Sao Paulo, Sábado 4 de Septiembre de 2010

Mujer:
mujer hermosa, hermosa hasta el dolor; te odio, te odio inmensamente, pero el doble de lo que te odio, te amo. Tú eres la mujer que me inspira, así como los poetas tenían su musa. Tú eres como una diosa perfecta o yo te siento así porque mi alma te ama.
Perdón, pero no puedo terminar de escribir esta carta, me duelen los ojos y presiento que esta noche, la pasaré en mi infierno, en el quinto piso.

Te ama, tu Frank.

martes, 31 de agosto de 2010

142º Carta

Seattle, Martes 31 de Agosto de 2010

Amada Adhy:
Mientras te escribo, la maldita duda me carcome el cerebro; no me confundas, no dudo ni un segundo de ti, sino de la razón por la que dejaste de seguirme y tengo miedo. Miedo a que me digas que ya no lo harás. Pienso que tal vez fue porque yo tenía clamidia y no querías que te contagiara, o porque estábamos jugando a que éramos desconocidos y un contacto de ese tipo (¡y qué contacto!) hubiera hecho que el juego se echara a perder. Ojalá haya sido por alguna de esas dos cosas y no por mi maldita salud. ¿No te das cuenta que hago todo lo posible por cuidar mi salud porque eso significa usar más afros?, ¿no te das cuenta que me hace feliz tenerte una y otra y otra vez?
Suspiro y no dejo de suspirar mientras hecho mi alma en estas líneas que espero leas alguna vez. No creo que puedas imaginarte la tristeza que me hinche el alma cuando no estás, y aún cuando no puedo hacerte mía.
Ay amor, nunca había sentido algo así, un amor que también es necesidad; necesidad de tenerte cerca, de rozar tu piel, de penetrar en los secretos de tu alma. Necesidad, te necesito.. no creo que te puedas imaginar cuánto, o tal vez sí; no puedo contenerme, no puedo.
Te amo, Adhy, tu amor es lo que más me importa en la vida, tú eres lo que más me importa en la vida; nunca dejes de amarme, por favor.

Tuyo, Frank.

141º Carta

Barcelona, Viernes 27 de agosto de 2010

Amada mía:
Debo confesrate que a veces no sé qué hacer y me paralizo ante el transcurso de la vida. A veces me desespero y otras me siento con tanta calma como para reflexionar sobre nuestras vidas, en especial sobre nuestro amor. El mundo irreal al que me elevé cuando estábamos recién casados desapareció y ahora podría asegurarte que vivo con los pies en la tierra. Eso no significa que no sea feliz y que no me sienta afortunado por ser tu esposo; no significa tampoco que no esté enamorado y que hayan disminuído las intensidades de mi amor apasionado. A veces siento como un pájaro de fuego que me recorre el alma; será acaso que nuestra relación murió y surgió tantas veces