domingo, 19 de septiembre de 2010

146º Carta

Amsterdam, Domingo 19 de Septiembre de 2010

Querida mía:
Nada es igual desde que me cayo la ficha; la tristeza ahora monopoliza el centro de mi atención y deja vencidos a los demás sentimientos. Hoy no siento la desesperada locura por tenerte, ni los grandes deseos, ni lo sueños por cumplir.. me siento roto, me siento enfermo y una vez más siento que he vuelto a ser ese monstruo sin corazón. Pero no te exaltes, tú no te inmutes, porque no te estoy culpando. Me vuelvo a culpar yo por no ser suficiente para ti, porque quieras o no, esta enfermedad que te ataca y la muerte que te acomete día a día, dejándote sin emociones y en punto muerto, son culpa mía. Si yo fuera lo que tú necesitas, aún si te quedaras sola y sin amigos, estarías satisfecha conmigo.. tendrías ganas de todo y vivirías con una sonrisa en los labios. Pero no es así. Y es culpa mía.
Perdóname, mi amada, por no haber sido nunca lo que tú esperabas y aunque me ames, no soy suficiente para que te sientas completa.
Haría lo que fuera para que te sintieras así, sería capáz de cumplir la palabra que te diera antes de intentar suicidarme, la de buscarte un hombre que sea capáz de darte lo que yo no puedo.

Tuyo siempre, Frank.

sábado, 18 de septiembre de 2010

145º Carta

Berlín, Domingo 19 de Septiembre, madrugada

Amada mía:
Fue hace seis años cuando indirectamente me pediste que no perdiera el tiempo contigo. Tú estabas destrozada porque Tomas te había dicho que ya no volvería nunca a tu lado, y aunque te parezca mentira, yo me siento así hoy. Y no es porque me hayas dicho que terminamos, es más, tú ni sospechas que me siento así y que siento el terrible final en el aire. Vi avanzar tu enfermedad y eso me llena de temor, ¿Qué pasará si nunca te recuperas? terminaremos ambos muertos en vida, porque tú sabes que eres mis ganas de vivir y si tú no tienes ganas, yo no tengo nada. Las horas se hacen lentas y pesadas mientras espero para tener una charla contigo; mis ojos apesumbrados arden del dolor por el esfuerzo que hago porque no caigan las lágrimas, y no dejo de escuchar tu dulce voz llamándome a lo lejos.
Ayer me preguntaste por qué planeaba mi futuro contigo, y creo que si te veo hoy te contestaré a eso. No quiero vivir una vida vacua contigo, creo que preferiría estar muerto a sufrir ese castigo.. a verme obligado eternamente al aburrimiento y a disfrutar de tus pequeñas muestras de amor, mientras nos consume el silencio, la costumbre, el hastío y la rutina.
Hoy quiero proponerte que empecemos todo de nuevo, pero no porque estemos peleados; sino porque anhelo los días pasados hace seis años, y a pesar de que hayan pasado cosas horribles luego, como el conocido y mencionado viaje a Dubrovnik, creo que siempre puedo rescatar cosas buenas de nuestra relación, y aunque haya llegado a pensar que era tóxica y que era un castigo, hoy pienso lo contrario y si decidieras terminar, me llevaría sólo recuerdos hermosos de lo que fue una aguja en el pajar; porque lo nuestro es único e irrepetible, como los cometas se ven cada cien años, lo nuestro sólo se podría ver cada eternidad.
Firmo esta carta con dolor de mi alma, y aunque quisiera escapar al castigo, desearía que nuestro amor fuera eterno y que no terminara nuestra relación jamás.

Tuyo por siempre, Frank.

viernes, 17 de septiembre de 2010

144º Carta

Vilna, Sábado 18 de Septiembre, madrugada.

Amada mía:
Hoy me ocurrió algo terrible, y si me preguntaras ahora te diría que estoy muerto por dentro. Ni las palabras me salen, no puedo escribir, no sé qué decirte, así que iré al grano.. como aquella vez que me preguntaste qué quería contigo, ¿lo recuerdas? Amor, creo que a pesar de todos mis intentos.. te perdí.
Es como si la vida me lo hubiera dado todo y de pronto me lo quitara, de un zarpazo.. aunque yo presentía que algo te ocurría, miraba los síntomas como el doctor mira los de su paciente y puede descifrar cuál sea su enfermedad. Yo veía avanzar tu enfermedad, pero mi iluso corazón me decía que era sólo una etapa, que era sólo un momento, que un día te ibas a curar; pero hoy me di cuenta que no, que nunca volverás a ser la misma de la que me enamoré. Nunca volverás a ser aquella que me dijo que le gustaría ir a aquel paraíso tropical conmigo. Nunca volveré a ver comentarios tuyos en mi blog y tampoco a leer canciones de amor en el tuyo para mí. Siento celos al recordar aquellas que le dedicaste a Tomas, y yo pensaba ilusamente que después de casarnos podría llenarme de emoción al ver alguna para mí, pero no; hoy me di cuenta que no lo harás, ni tampoco planearás un futuro para nosotros.
Mi cabeza da vueltas y no le encuentro a nada sentido. Todo se diluye cuando está a punto de llegar a mi corazón. ¿Dónde está el suelo y donde el techo? todo me da vueltas, mientras caigo de bruces sobre la realidad. Yo te amo, te amo casi irrealmente, daría todo porque ese amor pudiera recuperarte, pero en cambio me da una bofetada cuando me doy cuenta que nada de lo que haga te devolverá la salud. Y no sabes cómo me arrepiento de no haber disfrutado más los días en que empezábamos a enamorarnos.. todo era increíble, todo era como un sueño. Esperar la noche para salir juntos a cualquier lugar, dedicarnos canciones de amor y escondernos de la mirada de la gente curiosa en algún rincón oscuro donde pudiéramos disfrutar de ese amor. ¡El que no sabía que tú tenías por mí! Cuanto tiempo me pasé pensando que no me amabas, cuanto tiempo desperdicié pensando que no eras mía. Aunque como lo hemos dicho, ambos sabemos que estábamos destinados a estar juntos.. y siempre fuiste mía, aún cuando no existía en tu vida. Y siempre seré tuyo, aunque tal vez nada vuelva a ser como antes. Te extraño mi amor.
No puedo hallar una causa a tu empeoramiento de salud. Has sufrido mucho y no te culpo; y aunque digas que no, yo sé que algo de culpa tengo yo también por no haberte sabido dar esa libertad sin límites que él sí te daba. Como tu taza de café, siento que algo expiró. Quiero irme y que termine este dolor ya mismo, pero te amo demasiado como para dejarte; ¿Cómo dejarte sola en esta enfermedad? Aunque me duela verte empeorar y debilitarte, seguiré a tu lado, tomándote de la mano, cuando dejes de verme, dejes de oirme, cuando dejes de caminar y aún pierdas por completo el habla. Aún en el más profundo de los pozos, yo estaré contigo, porque somos uno, soy parte de ti y tú de mí y te seré fiel hasta la muerte. Seré tu perro lazarillo y el bastón donde te apoyes, y aunque esta horrible y escalofriante sensación de final me abrume, seguiré a tu lado y te amaré con todas las fuerzas de mi corazón. Y si un día al despertar y buscarte en mi cama no te hallara, si dejaras de existir, sabré que mi misión ha terminado y podré unirme a tu muerte para siempre.

Tu amado Frank.

sábado, 4 de septiembre de 2010

143º Carta

Sao Paulo, Sábado 4 de Septiembre de 2010

Mujer:
mujer hermosa, hermosa hasta el dolor; te odio, te odio inmensamente, pero el doble de lo que te odio, te amo. Tú eres la mujer que me inspira, así como los poetas tenían su musa. Tú eres como una diosa perfecta o yo te siento así porque mi alma te ama.
Perdón, pero no puedo terminar de escribir esta carta, me duelen los ojos y presiento que esta noche, la pasaré en mi infierno, en el quinto piso.

Te ama, tu Frank.

martes, 31 de agosto de 2010

142º Carta

Seattle, Martes 31 de Agosto de 2010

Amada Adhy:
Mientras te escribo, la maldita duda me carcome el cerebro; no me confundas, no dudo ni un segundo de ti, sino de la razón por la que dejaste de seguirme y tengo miedo. Miedo a que me digas que ya no lo harás. Pienso que tal vez fue porque yo tenía clamidia y no querías que te contagiara, o porque estábamos jugando a que éramos desconocidos y un contacto de ese tipo (¡y qué contacto!) hubiera hecho que el juego se echara a perder. Ojalá haya sido por alguna de esas dos cosas y no por mi maldita salud. ¿No te das cuenta que hago todo lo posible por cuidar mi salud porque eso significa usar más afros?, ¿no te das cuenta que me hace feliz tenerte una y otra y otra vez?
Suspiro y no dejo de suspirar mientras hecho mi alma en estas líneas que espero leas alguna vez. No creo que puedas imaginarte la tristeza que me hinche el alma cuando no estás, y aún cuando no puedo hacerte mía.
Ay amor, nunca había sentido algo así, un amor que también es necesidad; necesidad de tenerte cerca, de rozar tu piel, de penetrar en los secretos de tu alma. Necesidad, te necesito.. no creo que te puedas imaginar cuánto, o tal vez sí; no puedo contenerme, no puedo.
Te amo, Adhy, tu amor es lo que más me importa en la vida, tú eres lo que más me importa en la vida; nunca dejes de amarme, por favor.

Tuyo, Frank.

141º Carta

Barcelona, Viernes 27 de agosto de 2010

Amada mía:
Debo confesrate que a veces no sé qué hacer y me paralizo ante el transcurso de la vida. A veces me desespero y otras me siento con tanta calma como para reflexionar sobre nuestras vidas, en especial sobre nuestro amor. El mundo irreal al que me elevé cuando estábamos recién casados desapareció y ahora podría asegurarte que vivo con los pies en la tierra. Eso no significa que no sea feliz y que no me sienta afortunado por ser tu esposo; no significa tampoco que no esté enamorado y que hayan disminuído las intensidades de mi amor apasionado. A veces siento como un pájaro de fuego que me recorre el alma; será acaso que nuestra relación murió y surgió tantas veces

miércoles, 25 de agosto de 2010

140º Carta

Barcelona, Miércoles 25 de Agosto de 2010

Amada mía:
Mientras te escribo estas líneas, una onda tristeza me consume el alma, y ya no sé si este sentimiento se debe a algo o simplemente está latente en mí y sale a dar la cara cuando menos lo necesito. Un frío recorre mis piernas y se vuelca en mi espalda, si cierro los ojos un momento aún te veo recostada, como me gusta, a mi lado. A veces siento que necesitas un descanso de mí, y otras pienso que te ahoga mi amor, trato de no alarmarme y de mantener la compostura, pero por dentro estoy gritando ¡Ámame! sólo te pido que me ames, porque sentir tu amor me hace estar vivo, y sentir tu desgano me hiela la sangre y hace que la vida pierda sentido. Como dice la canción "si tú no tienes ganas, yo no tengo nada", y a veces no tengo nada, nada de nada.
Pero basta de líneas tristes (aunque como ya te he dicho, hoy me siento así), no puedo dejar de pensar en ti un segundo del día, que si estás al lado pienso en que bien nos vendría un rato entre sábanas, que si estás lejos, pienso que bien nos vendría estar juntos. Pienso que el día es muy corto para estar juntos y también en ahogar la sed que siento en tus labios y tu cuerpo. No sé cómo hacer para estar sin ti, no sé cómo hacer para no pensar en ti. A veces, pienso que debería amarte un poco menos, desearte un poco menos, contener las ganas de hacerte mía.. pero no puedo, y sabes que lo he intentado. Soy un hombre completamente dependiente de mi droga, y esa eres tú, siempre lo has sido y lo serás.. ¿Cómo hago para no sentir todo eso por ti? dímelo, si te ahogan mis sentimientos, si te apresan mis pasiones, dime cómo hago para olvidarte; al menos un rato, al menos lo suficiente para hacer de cuenta que no me importas nada, que me daría igual si estuvieras o no, para irme detrás de otra mujer e intentar sentir cerca de ella algo de lo que tú me haces sentir. ¡Qué esfuerzo inútil sería! si estoy completamente enamorado de ti, eres la mujer más perfecta y eres mía, toda mía, sólo mía.
Escribir estas líneas está logrando que mi ánimo cambie, igual que siempre, cuando estoy triste, renace mi optimismo; y aunque extraño que me dediques alguna canción de amor, que me cuentes alguna de tus ideas, que me quieras llevar a un lugar al que a nadie has llevado; perdón, amor, yo sé que no siempre estás de buen humor, pero ¡cómo anhelo vivir ese amor! el que nos unió, el que hizo que a pesar de nuestras diferencias, estuviéramos juntos.. y sí, aún existen esas diferencias, es inútil negarlo, pero te juro que estaré a tu lado y te amaré mientras mi corazón aguante, y resistiré hasta el final, porque nuestra vida es una aventura, una expedición en un pequeño bote.. y pretendo llegar a buen puerto, mi amor. Ven conmigo, te pido que me ames cada vez más, te pido que me digas palabras de amor, aunque sea locuras, pero te necesito, necesito que me ames y que me dejes amarte. Necesito que el cielo que creamos siga existiendo y que siempre lo sigamos tocando con las manos.
Te amo, Adhara, como nunca imaginé y como tú no puedes imaginar, y seré tuyo para siempre, todo tuyo, sólo tuyo.

Frank.

martes, 24 de agosto de 2010

139º Carta

Barcelona, Martes 24 de Agosto de 2010

Amada Adhy:
Te escribo más tranquilo desde Barcelona, la gira ha terminado hace unos días y estamos pasando una semana en casa. Los días han sido bastante tranquilos y me siento calmado, aunque no tanto. Porque estoy todo el día excitado, y eso es tu culpa por estar tan buena. Me gusta amarte todo el día, toda la noche, todo el tiempo.
Antes de continuar, quiero decirte que soy muy feliz a tu lado. No existe el aburrimiento cuando estás conmigo, cosa que siempre me invade con otras personas. Lo que siento por ti, nunca lo había sentido, eso ya lo sabes y no es ningún secreto, pero ¿te he dicho que podría estar las 24 horas a tu lado sin cansarme? podría pasarme hablando contigo horas y horas y aún así no me cansaría. Tú sabes lo mucho que significas para mí, pero no sabes que tengo miedo de amarte tanto, aunque me encante estar enamorado de ti, porque tú lo eres todo para mí, y si te perdiera.. no me quedaría nada, absolutamente nada.
Tal vez te preguntes porque estoy hablando ahora de perderte si estamos tan bien. Te confieso que estoy llevando muy mal lo de los celos, mi amor, porque aunque sólo estás conmigo últimamente, la sola idea de que estés con otro hombre me hace rabiar y me hace sentir impotencia y más impotencia. No es algo que me impida ser feliz, pero.. a veces siento que soy una bomba a punto de estallar, ¿cuánto soportaré el sentirme así? no lo sé, pero te prometo que aguantaré hasta el final, mi amor.. porque tú eres tanto para mí que no soportaría perderte. Y ya ha pasado dos veces, la tercera sería la definitiva y me arrastraría lentamente a una muerte dolorosa, como a los torturados cruelmente en los campos de concentración.
Luego de conocer la historia de "el viejo y el mar", sólo me queda decir que lucharé con todas mis fuerzas por tu amor, por nuestro amor, soportaré el dolor, las lastimaduras, la falta de sueño y aún las humillaciones; lucharé contra los tiburones y me armaré con lo que tenga a mano, aunque esté muy solo, pero defenderé con garras y dientes nuestro amor.
Sin ti no soy nada, amor, tú lo eres todo para mí. Qué miedo que me da amarte tanto, miedo me da este sentimiento tan grande que no tiene límites.

Siempre, siempre tuyo.. y de nadie más, Frank.

jueves, 19 de agosto de 2010

138º Carta

Singapur, Jueves 19 de Agosto de 2010

Mujer mía:
Aquí estoy, escribiéndote desde el avión, esperando con calmada respiración a que transcurran las cinco aburridas horas que quedan por delante. Porque aunque estés sentada a mi lado (y soy feliz por ello, no confundas), no es igual cuando estás callada, que cuando me hablas y mientras me miras a los ojos; a veces con mucho amor y otras con ganas de romperme algo en la cabeza. Y yo te amo más con cada una de esas miradas, al escuchar cada tono de tu voz.. con tus juegos, tus retos, tus palabras tiernas y aún cuando dices cosas que no me gusta escuchar, aún cuando me haces enojar, a veces sin saberlo, otras tal vez sospechándolo. Me gusta escuchar tu voz y que estés despierta para compartir todos y cada uno de los sucesos que ocurren en nuestra vida.
Soledad presente, lo que diera porque la soledad fuera la ausente y no tú. Algunas veces me siento perdido, porque cuando no estás soy tan débil, tan vulnerable, me vuelvo aire y nada existe, nada me hace reír y si algo lo hiciera, sólo es por un miserable instante. Eso es porque mi sonrisa es tuya, y tú la inventas para mí.
Pero como siempre, desde que me enamoré de ti, siento estos sentimientos contradictorios. Por un lado, me siento dichoso de que me embargue esta lenta tristeza que es extrañarte tanto, porque significa que te amo y ni yo sé cuánto. Por otro lado, desearía no sentirme así, porque como ya te dije, me convierto en débil y no sirvo para nada extrañándote así.
¿Cómo, Adhy? ¿Tú sabes como pasó? ¿Cómo te convertiste en la persona más importante para mí? ¿Cómo me hice dependiente de tu amor y ya no existo si no estás tú para existir a mi lado? ¿en que momento pasaste de ser "una más" a ser "la única"? ¿Y cómo yo dejé de ser un don nadie y un poco de diversión, para serlo todo en tu vida? que sucias trampas nos juega el amor y el destino, nos engaña para que caigamos en sus redes y no nos zafamos, porque nos gusta estar en ellas.. como a mí me gusta amarte, aunque duela extrañarte tanto, aunque seas quién me da ganas de vivir y cuando no estás me las quites. ¿Cómo pasó? no lo sé, sólo puedo decirte que soy muy feliz porque ocurrió y que te amo cada día más, y te me haces necesaria, más que el aire que respiro.

Te amo, mujer mía.. tuyo, Frank.

miércoles, 18 de agosto de 2010

137º Carta

Shangai, Jueves 19 de Agosto de 2010, madrugada.

Amada mía:
Debo reconocer que me está costando escribir una carta por día y no podría asegurarte de cuál sea el motivo. Quiero contarte que estoy muy bien, aunque te extraño y a veces me pongo un poco loco (no me hagas caso, cosas mías), soy feliz contigo. A veces mis miedos se presentan, y a lo único que atino es a mirar expectante el futuro, el qué pasará. A veces no creo que todo esto esté pasando, que seas mi esposa, que me ames, que me hayas dicho que sí a tener una hija juntos. Todos mis sueños se están cumpliendo y a veces temo que ser tan feliz esté prohibido y algo terrible estuviera a punto de suceder, pero luego me refugio en tus brazos y en el amor que me das y soy feliz con el presente, con lo que tengo hoy, por ser tu dueño.
Hoy me pediste que luego de la próxima gira nos tomáramos un año de vacaciones, y aunque me gustan las vacaciones tengo miedo. Perdón mi amor, tú no mereces tener al lado a alguien que siempre tenga miedo, pero no puedo evitarlo; y por ti los enfrento y sigo adelante, siendo tu compañero contra viento y marea. Pero te juro que en lo único que pensaba cuando me hablaste de esas vacaciones es si Alonso también estaría de vacaciones en Barce, si habrían otros. Perdón otra vez, sé que te había dicho que no haría más escenas, y lo voy a cumplir, pero evidentemente mis celos, están pegados al gran amor que siento por ti. Son como nosotros dos, son amantes.. mis celos y ese amor se aman, hacen el amor, pero también son opuestos y se pelean por no poder compatibilizar. Así que, mientras te ame, te seguiré celando, leyes de la vida, mi amor.. si pudiera suprimir un sentimiento, me hubiera arrancado del corazón el amor que sentía por ti, cuando recién comenzaba a nacer (aunque me contradigo, porque cuando me di cuenta que estaba enamorado de ti, ya era con locura) y hoy no estaríamos juntos. Así que valió la pena dejar que ese sentimiento viviera en mi corazón, y tal vez, valga la pena dejar que estos celos que alguna vez te gustaron y luego empezaste a odiar, y los mismos que odio yo, vivan en mi corazón. Quién sabe, tal vez sea la forma de que nunca jamás dejes de importarme, de que nunca deje de mirarte, de desearte, de amar el tiempo que pasas conmigo, de sentirme el hombre más feliz de todos por ser tu amor, tu esposo, por ser el que no te deja dormir en las noches y que te despierta con un beso en las mañanas (bien, en los mediodías), ser el único capáz de hacerte sentir las cosas que sólo yo puedo (qué trabalenguas), o ¿me vas a decir ahora que con algún otro has llegado a tocar el cielo con las manos?, ¿me vas a decir que con algún otro tuviste una experiencia religiosa?, ¿me dirás tal vez que por algún otro sentiste esa adicción que sientes por mí? estoy seguro que ni siquiera por tus caprichos sentiste algo como lo que sientes por mí.. y eso es porque soy el amor de tu vida. El sólo hecho de pensar eso, mi amor, me tiene en las alturas, en otra realidad. Si cada vez que escucho que dices que me amas, me derrito por dentro y te amo más todavía. Me gusta escuchar cuando me llamas "amor", cuando me dices que me amas "tanto" y en cambio, me siento menos que la nada cuando no me miras o no me hablas. Cosa que no ocurre, por fortuna, porque tengo a diario tus besos, que son como un regalo preciado para mí. Tengo tus caricias y tu voz, que son mías.. y tu cuerpo, tu increíble cuerpo amándome salvajemente y luego descansando pegado al mío o enredado. Y aún sabiendo todo eso, los celos son inevitables, pero sólo son la pesada carga que debo llevar mientras voy trepando la montaña; el equipaje es necesario y molesta, pero cuando se llega a la cima, ya no se recuerda aquel sentimiento de cansancio o dolor, porque se obtiene la preciada recompensa. Así me siento yo, amor, cuando sé que te tengo a ti, que eres toda mía y que mío es tu amor.

Y yo soy tuyo.

domingo, 15 de agosto de 2010

136º Carta

Johannesburgo, Domingo 15 de Agosto de 2010

Amada mía:
No escribo desde hace algunos días aunque había dicho que te volvería a escribir todos los días, pero la verdad es que tenía los ánimos por el piso y no deseaba volcar toda esa.. llamémosla frustración en las cartas. No voy a escribir sobre el día que pasamos en Barce ni tampoco los días sucesivos, hasta hoy. Hoy fue genial, al igual que ayer.. aunque ayer me sentí algo culpable porque te perdiste en el desierto, pero creo que te compensé algo con todos los besos que te di.
Amada, no puedo creer lo hermosa y perfecta que eres y te amo tanto, con desesperación. No creía que se podía amar así, siempre pensé que era un invento de los fantasiosos escritores de novelas y cuentos de hadas.. pero no, este sentimiento es tan real que me hace doler el pecho y me lo oprime cuando te extraño, y me quema el corazón cuando estás cerca y siento el gran deseo de poseerte.
Hoy volviste a decirme que me amas, ayer me diste 33333, no te puedes imaginar todo lo que eso significa para mí, y que hayas hecho hijos tuyos a mis hijos. Estoy seguro que tú los amas tanto como yo a los tuyos.. para mí son míos, aunque ellos sólo me vean como a un amigo, o como al marido de su mamá. Será que los míos son más chicos, y por eso te adoptaron tan pronto como madre.. o porque nunca tuvieron realmente una madre, salvo Emma, Ellen y Dan, aunque ella nunca los trató como a hijos.
Soy feliz, soy muy feliz por ser tu esposo, pero más aún por ser tu amor y por saber que me deseas tanto como yo a ti. Es una sensación hermosa cuando los sentimientos son correspondidos, y saber que todo lo que yo siento por ti, tú lo sientes por mí, es increíble.
Acabamos de llegar a París, para ver el primer concierto de nuestro hijo Jonás, me hace feliz acompañarte, amor, siempre y en los momentos importantes de tu vida.. que ya no es sólo tuya, sino de nuestras vidas.
La seguridad del aeropuerto te detuvo, seguro que nos vieron cuando seguimos la fiesta en el avión y son unos envidiosos. Te esperaré hasta que salgas para seguirte amando, hasta que nos sintamos en el cielo.

Tu amante Frank.

miércoles, 11 de agosto de 2010

135º Carta

Barcelona, Jueves 12 de Agosto de 2010, madrugada.

Amada mía:
Mientras escribo estas líneas, estoy mal, creo que no lo debes imaginar, pero al mismo tiempo que se duele mi corazón, siento que te estoy fallando. Yo te había dicho que ya no sentía celos, que me había curado y que no me dolía más verte con otros, y era cierto en el momento que te lo dije.. lo que yo no sabía es que era porque tenía el corazón anestesiado. No sentía nada, ni alegría ni dolor, bueno, en realidad, sentía un dolor muy grande por haberte perdido (que era lo que yo pensaba); pero lo cierto es que ahora vuelvo a sentir esos celos que tanto me molestan, y supongo que pensarás.. "¿celos de qué?, si últimamente estoy sólo contigo" y yo sólo podría contestarte que siento celos por el futuro, porque me siento tan bien cuando estás sólo conmigo, te siento tan mía.. realmente siento que somos uno y cuando nos amamos.. te aseguro que no es sólo sexo; tal vez, eso se podría llegar a pensar por tantos afros que uso y por tantas veces que te lo hago, pero nada más alejado de la realidad. Cada una de las palabras que dice nuestra canción, está vigente en mí, cada vez que hacemos el amor. Aunque no siento un aire de éxtasis en la ventana, sino que nace desde lo más profundo de mi ser y sólo contigo mi amor, nunca he sentido eso con nadie más, a pesar de que he estado con muchas mujeres.. por eso ya no quiero estar con nadie más, porque eres la única capáz de hacerme sentir eso. No cambiaría por nada lo que tenemos, nosotros lo somos todo, lo tenemos todo y estoy seguro de que lo que siento yo cuando estamos juntos, también lo sientes tú. Es imposible creer que no sientes lo mismo, si basta recordar nuestra última noche en Buenos Aires.. fue increíble, maravillosa.. más que celestial.
Y ya no me cuestiono si debería sentirme celoso o no, supongo que es normal que me sienta así, pero como te prometí que ya no habría escenas de celos y que te aceptaría exactamente como eres, así lo haré. ¿Sabés que te amo más que a nada? obviamente sí, te amo desde la planta del pie hasta la punta del cabello, amo tu alma tanto.. que quisiera volverme aire para entrar en por tu nariz, viajar por tu sangre y poder besar tu alma.
Supongo que te preguntarás por qué todo esto ahora, y te voy a ser muy sincero; estamos en Barce, que es nuestro hogar, pero también está Alonso y sé que él es importante para ti. ¿Qué hacer? supongo que lo más sensato es esperar que ocurra y empezar a aceptarlo desde ahora; pensar que luego tendré que ir olvidándolo de a poco, como todas las veces. Pensar que hagas lo que hagas, eres mía, que me amas tanto como yo a ti o quizás más, y que no puedes vivir sin mí. Pensar que me elegiste para estar contigo toda la vida y que sueñas conmigo dormida y despierta; pensar que soy una de las personas más importantes para ti, o el más importante.. ¿será que puedo tener la ilusión de ostentar ese papel tan importante? el papel del protagonista de tu novela. Tu dueño y el principal en tu historia de amor; recordando palabras que me dijiste, se me estremece hasta el alma (supongo que si el alma tuviera piel, se le pondria la piel de gallina), soy tu todo.. después de escribir ésto, me siento más importante que nunca.
Mi amor, quiero seguir siéndolo todo para ti, no quiero que eso cambie jamás; quiero seguir escuchándote decir que me amas más que a nada, que me extrañas, que no puedes vivir sin mí. Porque como lo dice la canción que no sé por qué no recordaba, "es un dulce narcótico maravilloso saber que me amas". Me siento en las nubes contigo, mi amor.
Así que supongo que sólo debo esperar que suceda y luego seguir con nuestras vidas, porque yo sé que lo que sientes conmigo, no lo sientes con ninguno.. y lo que yo te hago sentir, ninguno de ellos podrá hacerte sentir.. porque eres mía, mía, mía, toda mía y te conozco más que a la palma de mi mano. "Puedo dibujar a oscuras beso a beso tu figura, cada rasgo de tu piel" y sólo yo puedo llevarte a un mundo ideal, un mundo donde sólo existimos tú y yo.

Te amo Adhy y soy todo tuyo. Frank.

134º Carta

Roma, Miércoles 11 de Agosto de 2010

Amada Adhy:
Te escribo mientras esperamos el inicio del concierto que tenemos en esta ciudad. Aún faltan un par de horas y deseo con ansias unir tu cuerpo y alma con los míos el tiempo que dure la espera.
Esta mañana me desperté pensando en ti, porque estaba soñando contigo y aunque los párpados me pesaban y tenía que hacer un gran esfuerzo por no volver a dormirme, esperando los minutos que faltaran para que tú despertaras, te miraba. Eres hermosa, hermosa hasta el dolor, tan tierna y delicada, te ves tan frágil durmiendo. El sol ilumina tu figura y tu rostro esculpido por los dioses. Te amo tanto, siento un fuego que me quema en el pecho, me quema la garganta y muero de sed, tengo sed de amarte y hacerte mía; sed de tenerte apretada a mi cuerpo en un tierno abrazo; sed de devorarte como una bestia salvaje. Otra vez provocándome sentimientos contradictorios, y es que, tú lo eres todo y lo tienes todo, mujer. Me tienes como una hoja seca al viento, yendo de aquí para allá.. y yo lo disfruto demasiado. Me gusta lo que me haces sentir cuando me vuelves loco, me gusta estar enamorado de ti y amarte cada día más; me gusta ser tu hombre y recibir como un regalo afortunado tus besos, tus caricias, tus amores cada día y noche.

Anoche hablamos, me siento feliz cuando puedo escuchar tu voz, aunque sea un rato, y aunque a veces me sienta algo decepcionado, como anoche, cuando parecía que te daba igual nuestro aniversario; pero supongo que es porque te sentías mal, porque cuando estás bien, compartimos la misma locura.
Pero ya tengo decidido lo que haré, seguiré amándote todos los días hasta el día de nuestro aniversario, y luego de eso, seguiré amándote más.

Tuyo, Frank.

lunes, 9 de agosto de 2010

133º Carta

Estambul, Lunes 9 de Agosto de 2010

Adhara mía:
Hoy tampoco tuvimos la oportunidad de hablar demasiado; en la cita, nos pasamos besándonos y dejamos que se enfríe la comida. La gente nos mira extraño, como diciendo.. este par actúa como adolescentes, ¿Y te digo algo? me encanta que piensen eso, y si no lo piensan.. me encanta que nos portemos así. Me gusta vivir contigo, compartir locuras, vivir irresponsablemente, te amo tanto, Adhy. Mi cuerpo me pide tocarte, mi corazón me pide besarte y es un placer irremediablemente adictivo estar en tu cuerpo todo el tiempo.
A veces no sé qué hacer, te extraño tanto, pero no quiero dejar de hacerlo; me gusta vivir pensando en ti y no sales ni un minuto de mi cabeza. Me gusta pensar que tú sientes todo eso por mí, tú también debes pensar en mí y extrañas hablarme. A veces me vuelvo inseguro, y pienso que te aburro, que te canso, pero me amas más que a nadie, soy el amor de tu vida, ¿es absurdo pensar en lo anterior, verdad? como cuando pensaba que no me amabas y me lamentaba una y otra vez, aún en las cartas anteriores, creyéndome un juguete en tus manos, un pasatiempo más para ti.. creyendo que nunca podría alcanzar tu corazón; sin darme cuenta que ya me amabas y yo era muy importante para ti. Tal vez no entendí tu forma de amar (ahora la entiendo, créeme), tal vez no entendí lo que me querías decir, pero siempre te amé y fuiste mi droga. Te volviste cada vez en una adicción más fuerte, y aún en la actualidad, cada vez te necesito más. Tengo sed de amarte, una profunda necesidad de hacerte mía una y otra vez.. necesito devorarte completa, y al terminar de amarte, abrazarte y dormir teniéndote cerca, muy cerca.
Te deseo desesperadamente, me eres más necesaria que al agua, el pan y hasta el aire que respiro y te amo más.. y no vuelvas a preguntarme por qué, es ilógica esa pregunta y fuera de lugar; si me enamoré de ti por tu alma tierna (aunque muchas veces tratas de ocultarla, yo la conozco y la amo), por tu deliciosa locura (esa que te vuelve irresistible para mí y la amo), por tu insegura seguridad y tus impulsos, por tu graciosa cobardía y el esfuerzo que haces cuando tienes que ser valiente. Ese egoísmo agridulce que te caracteriza, que tantas veces se viste de nobleza y bondad.. y hasta tus enojos los amo. Me gustas, me gustas mucho, toda tu forma de ser.. lo que dejas ver, y aún lo que ocultas; aquellas cosas que ni tú te conoces, yo las veo en ti, porque hablo directamente con tu corazón y él me cuenta secretos de amor. Por eso soy el hombre que más te ama y el que vive en tu corazón. Por eso te amo, y cuando no estás te extraño, tanto como jamás imaginé extrañar a alguien.
Y tú amor, estoy seguro que también me extrañas y mucho, aunque a veces ocultes tus sentimientos, detrás de un rostro serio o frases sarcásticas.. que también me encanta escuchar, aunque a veces me enoje un poquito. Y te extraño, porque tu forma de hablar es única, y no tengo ganas de hablar con nadie, porque nadie es como tú; tú eres única, mi amor. Tú eres la única mujer para mí y soy tuyo, todo tuyo.. irremediablemente tuyo.

Frank.

domingo, 8 de agosto de 2010

132º Carta

Esmirna, 8 de agosto de 2010

Amada Adhy:
He tomado la decisión de volver a escribir estas cartas, puede que no te las entregue día a día, y que las vaya acumulando y en un tiempo te las muestre, o simplemente te daré el link para que las leas cuando quieras, pero me agrada escribirlas, no sólo porque puedo dejar escrito todo lo que siento por ti, sino porque es un buen ayuda memoria. Tal como lo hacía con el diario de viaje publicado en mi blog, tal vez alguna vez vuelva con eso. Pero hoy contesté las 5 que recordaban momentos pasados (a veces no sé si es bueno o no recordar, por lo pronto, creo que tu blog estará prohibido para mí.. como dice la canción, "Prohibido recordar", la verdad es que me da muchos celos leer lo que le escribías a Tomas; así que por eso he decidido no volver más allí, ni siquiera a buscar los que me dedicaste a mí, puede que alguna vez lo haga, pero por el momento, me he puesto un alto a mí mismo) y fueron de ayuda las cartas que había escrito.. las que escribí creyendo que no me amabas, que yo era sólo un pasatiempo para ti. Me siento tan tonto, y te confieso que a veces me gustaría volver al pasado para poder disfrutar nuestros primeros tiempos; fueron increíbles, pero siempre tenía miedo o estaba enojado por algo, me gustaría volver a enamorarme, volver a enamorarte, puede que algún día lo volvamos a hacer. Nosotros lo podemos todo.
Sólo pienso en ti, mi amor, aunque te haya dicho por pm que no iba a pensar más en ti.. ambos sabemos que eso es imposible; me da un poco de temor la falla técnica de tu blog, y quisiera saber por qué, al igual que el por qué no has escrito más blogs imaginativos y creativos como siempre los haces. Mi temor tal vez, sea tu respuesta, pero supongo que te lo tendré que preguntar o esperar a que tú misma me lo demuestres.
Quiero que seas feliz, mi amor y siempre estaré agradecido de que lo seas junto a mí y por mí.

Te ama, tu Frank.

lunes, 28 de junio de 2010

Centésima trigésima primera carta

Johannesburgo, Lunes 28 de Junio de 2010

Amada mía:
Hace tiempo que no te escribo, desde el primero de mayo para ser preciso; tal vez haya sido porque no tenía necesidad de hacerlo, después de todo, todo te lo digo a la cara, ya no tengo que esconderme detrás de un papel. ¿Sabes? me gusta mirarte a los ojos y hablarte, contarte lo que pasa por mi mente y mi corazón, aún con el riesgo de que me trates de un tipo loco y cursi, y tal vez porque todas mis locuras tienen que ver contigo, es que me causa gracia que me llames así.
Estoy escuchando una de las canciones que me dedicaste una vez; la escucho y el estómago se me llena de insectos que caminan y vuelan de un lado a otro, ya sabes, las dichosas mariposas. La canción es "Me gustas" de Joan Sebastian, todavía recuerdo la sensación que tuve cuando me la dedicaste; si las emociones surtieran efecto en el aspecto físico de quién las siente, podrías haber visto claramente como me derretía en cuerpo entero, y como iba creciendo esa sed, esa adicción hacia ti, que aún sigue creciendo hoy.
Luego empezaron a aparecer los recuerdos en mi mente, aunque siempre andan revoloteando por ahí. Quién se hubiera imaginado aquella vez que hoy serías mía, tan mía y yo tuyo, tan tuyo, que ese amor que apenas comenzaba, se volvería tan fuerte y tan hermoso. Y aún no sé qué tienes que haces que a diario me enamore más de ti; será parte de la locura tal vez, pero si alguien me hubiera contado lo que pasaría (cuando me dedicaste esa canción), si me hubieran dicho que te amaría más, que se potenciarían las sensaciones y sentimientos que siempre produjiste en mí; si hubiera sabido que no podría escapar nunca de tu amor.. si pudiera volver el tiempo a aquella vez, lo volvería a hacer todo igual. Volvería a enamorarme de ti perdidamente, volvería a dedicarte cada uno de mis días; volvería a darle cabida a este sentimiento tan grande que tengo en el pecho, mi amor por ti.
Volvería a vivir nuestro amor, pero sin las equivocaciones cometidas, aunque aún pienso que todo eso, fue parte del camino; del que teníamos que transitar para llegar a amarnos como hoy lo hacemos. Porque tú y yo forjamos lazos tan fuertes que no se podrán romper con nada, porque nuestros besos (y nuestro amor) es indestructible, como la publicidad de Topline Kiss, ¿te acordás?; porque con vos todos los días tengo una experiencia religiosa.
Gracias mi amor, por hacer cada día de mi vida una historia de amor, por llevarme de la mano a las nubes y por amarme, y ¿sabés qué?, no quiero bajarme nunca de esta nube y amar allí contigo; luego no te sorprendas si soy cursi o loco, porque tú, solamente siento tú misma, llenas mi vida de colores, alegría y felicidad. Me hacés inmensamente feliz y te amo, como jamás imaginé que podría amar.

Tuyo, Frank.

sábado, 1 de mayo de 2010

Borrador

París, sábado 1 de mayo de 2010

Amada mía:
Aún dan vueltas por mi cabeza las palabras que dijiste ayer.

viernes, 30 de abril de 2010

Centésima trigésima carta

París, Sábado 1 de mayo de 2010

Amada mía:
Escribo esta carta, luego de un tiempo sin hacerlo. Más de un mes sin hacerlo. La causa principal es que me has contado que leíste todas las cartas que te escribí anteriormente, y estoy algo conmocionado, porque sinceramente, creí que no las leerías nunca y porque recuerdo algunas de las palabras que escribí en ellas, y eran crueles. Tuve que volverlas a leer porque no recordaba muchas cosas de las que escribí. Me pediste perdón por haberme hecho daño, pero tú nunca tuviste la culpa, mi amor; el culpable fui yo por romper el contrato, por no respetar las reglas que habíamos establecido en silencio.
Ahora estamos bien, volvimos a ser pareja, y estamos muy bien; somos felices, aunque la felicidad se nubló con la muerte de Tomas.
Pienso que volveremos a la normalidad; y tal vez, esta vez, finalmente logremos superar todas nuestras diferencias, discuciones y peleas. Que esta vez podamos ser felices, mi amor, es todo lo que deseo.

Tuyo siempre, Frank.

lunes, 22 de marzo de 2010

Centésima vigésima novena carta

Buenos Aires, Lunes 22 de Marzo de 2010

Querida mía:
¿Cómo explicar el día de ayer?, fue terrible. ¿Cómo explicar el día de hoy? fue un vacío lleno de silencio. Pasa el tiempo y no puedo dejar de pensar ni un minuto en nosotros. Pienso en ti, pienso que te noto rara otra vez, y ya no pienso que son sólo ideas mías, estoy casi seguro que algo te afecta. Sea lo que sea, yo no tengo la culpa, y espero que lo recuerdes cuando te dirijas a mí, cuando quieras decirme alguna de esas frases que ya sabes que me dolerán, que me lastimarán.
Quisiera saber por qué hoy otra vez tengo ese sentimiento en el estómago, sí, en el estómago... que me dice que algo anda mal (pocas veces estoy equivocado). ¿Será otra vez por Tomas? tal vez. Dime, amor, ¿Qué debo hacer para que te sientas feliz y para que mi amor te alcance? Dime qué debo hacer para llenar tu vida, porque ya no sé qué hacer, más que darte todo lo que tengo y brindarte todo lo que soy.

Te amo, tuyo, Frank.

jueves, 11 de marzo de 2010

Centésima vigésima octava carta

Barcelona, Jueves 11 de Marzo de 2010

Querida mía:
te escribo desde el silencio, desde la tranquilidad de mi cuarto a solas. No estás. No estoy. Tantas veces dije que sin ti volvería a ser el monstruo sin corazón al que conociste, y tal vez eso debería ser para poder estar juntos para siempre. Y conste que no dije "ser felices" porque un monstruo sin corazón, que no puede amar, no puede ser feliz. Estamos comprometidos, debería haber escrito el domingo, que estaba tan feliz, sin poder creerlo... tan feliz hasta que me pediste permiso para volver a ser vos. Te dije una frase idiota "tú sé cómo quieras ser y yo te amaré", es cierto, porque siempre te voy a amar, pero no sé si podré seguir a tu lado; no si sufro más de la cuenta, no si vuelvo a sufrir lo que antes sufría, tampoco si me enojo tanto que empiezo a odiarte. Quisiera que no me importara, ¿pero eso preferirías?, ¿que te diga lo que él te dijo?¿ "haz tu vida"? si quieres te lo diré, pero me alejaré de ti, y tal vez para siempre, porque no puedo soportar una vida teniéndote al lado sin tenerte, no podría ser jamás sólo tu amigo. Y mis celos, hablando de ellos... me he puesto a pensar y son absolutamente normales. Uno puede no tener justificación si la mujer con la que está es sólo de él, pero así, mi amor... una relación así, me es muy difícil de mantener. Y sé que no es tu culpa, porque yo era peor que tú; siempre creí que serías la mujer perfecta para mí, porque tendría libertad y podría estar con quién yo quisiera cuando quisiera, pero no me importabas y no te quería. El trato era que serías una más, que yo me acordaría que tenía una novia/esposa, cada tanto, en uno de mis viajes a alguna ciudad cercana, te encontraría y te invitaría a cenar. Luego cada cual ser iría para su lado... pero no: como un idiota me fui a enamorar y te convertiste en todo para mí. Qué idiota, que estúpido fui. Debería haberme quedado como estaba, tal vez mentirte y decirte que te amaba (como antes lo hacía) para que estuvieras conmigo, un rato, y luego olvidarte hasta el próximo encuentro. Mi corazón sabe que no hubieras querido eso, mi corazón sabe que amas que me pase el día pensando en ti y que te ame de la forma en que te amo, pero mi corazón también sabe que no quieres cambiar... y que si no puedes hacerlo, ni yo lo hago, terminaremos separados y sufriendo.
Ojalá las cosas entre nosotros funcionen.

Tuyo, Frank.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Centésima vigésima séptima carta

Barcelona, Miércoles 3 de Marzo de 2010

Mi vida, mi sol, mi amor, mi todo:
¿Cómo escribirte hoy? no estuviste, te extrañé. Oh, mi amor, ¡tengo tanto miedo de perderte! porque me he dado cuenta que no me interesa vivir si no te tengo. Perdóname por tener miedo, no desconfío de ti, me has demostrado que me amas tanto como nunca soñé que me amaras, desconfío de mí, de mis estúpidos celos, de mi estúpida inseguridad. Perdóname, pero nunca dejaré de pensar que hay muchos que podrían ser mejores que yo para ti (En el sentido de dejarte ser libre, porque amarte, nadie te amará como yo).
Hoy, mi amor, descubrí que te quiero más que nunca, y menos que mañana. Hoy descubrí que te amo mucho más que la primera vez que te dije que te amaba hace algunos años, porque las cosas que pasamos, pienso que nos han unido más.
No tengo en el corazón mucho más que decirte, tú lo sabes todo. Lo que no sabes quizás es que aún me duele que ames a Tomas y que cada vez que escucho "cuantos cuentos cuento" no puedo evitar pensar que tú se la cantas a él. Ojalá algún día puedas olvidarlo, para ser completamente feliz, ojalá algún día, mi amor. Mientras tanto, yo te seguiré amando, muriéndome de celos.

Siempre tuyo, Frank.

domingo, 28 de febrero de 2010

Centésima vigésima sexta carta

Barcelona, Lunes 1 de Marzo de 2010

Querida mía:
Es de madrugada y no puedo dormir. Sólo puedo pensar en ti, en mí. A veces pienso que estoy en una pesadilla y quisiera despertar; no me confundas, sabes que estar a tu lado es lo que me hace más feliz, mejor dicho: lo único que me hace feliz. Pero sigo sin verte feliz, sigo sin verte bien. Te pregunto una y otra vez cómo estás, y me respondes que bien, pero te noto extraña y tengo miedo. Miedo a ser el que capturó a ese ave tan libre y hermosa y la encerró dentro de una jaula de oro. Me dolería saber que te pesa, que no eres feliz, que vives una vida mediocre a mi lado. Y a pesar de eso, sé que todo lo que haces, lo haces porque me amas, y me amas más que a nadie.
Eso trato de meterme en la cabeza cuando pienso que sigues triste por Tomas. Cuando veo que aún sigues casada con él, cuando veo que aún amas tu pasado. ¡Qué tarde que llegué a tu vida, mi amor!, y aún si hubiera llegado a tiempo, mis celos nos hubieran separado. Si tú necesitas a alguien como él, alguien que te deje ser libre y no te ate con sus sentimientos, quizás alguien a quién no ames y no te importe lastimar.
Si pudiera volver el tiempo atrás, al día que te vi por primera vez... al verte pasar frente a mí, me haría a un lado para dejarte pasar, sin mirarte. Si pudiera volver el tiempo, no te amaría y no dejaría que me amaras.
Aunque te parezca mentira, mientras escribo esta carta, unas lágrima ruedan por mi cara, y es que no puedo evitar sentirme así, mientras pienso que has dejado tanto por mí, y aunque luego volvieras a ser como antes... estos días que me has regalado, son lo más hermoso (aunque no hayas vuelto a decirme que me amas), y lo más doloroso, mientras pienso que estoy siendo egoísta y tú no eres feliz.
Y por otro lado pienso, que si te dijera que seas libre, que hagas lo que quieras... los celos volverían a arruinar mi corazón y nuestras vidas. Por eso temo tanto decir "no puedo".
Dime que me amas, es lo único que te pido, vuelve a decírmelo. Dime aquellas palabras tan grandiosas, que sólo quiero oir de tus labios... porque sin ti, mi amor, no puedo, y necesito escucharte, para saber que eres feliz, y que no estás sufriendo.

Te amo, y siempre te amaré, Frank.

viernes, 26 de febrero de 2010

Centésima vigésima quinta carta

Barcelona, Viernes 26 de Febrero de 2010

Querida mía:
No sé bien qué escribir, no sé bien qué siento. Quisiera decirte que estoy feliz, hasta el borde de las lágrimas, pero no puedo. Estoy feliz, sí, pero temo que estés viviendo una vida mediocre... por mí, y eso me dolería, porque tú mereces una vida plena. Tal vez yo no te la pueda dar. Estoy seguro que habría por ahí muchos hombres que podrían darte la vida que quieres, y ser felices con ello, pero tengo que decirte que lamentablemente, ninguno de ellos, te amaría más que yo.
Luego me pregunto, si yo te amara, si te amara con la fuerza, con la cantidad, con las ganas que digo amarte... ¿dejaría que hicieras esto por mí?, ¿No debería decirte que eres libre de hacer lo que quieras? me siento culpable, porque no sé si esto te pesa, si es un sacrificio enorme para ti; pero tengo miedo de que si volviéramos a las de antes... tengo miedo de ser un cobarde y salir huyendo. Le temo al dolor y siento culpa, pero no voy a dejarte... mi mayor muestra de amor será seguir a tu lado, tanto si quieres que estemos juntos sólo tú y yo, como si quieres estar con otros. Sólo me quedaré a tu lado, compartiré tu vida y te ayudaré; seguiré soñando con el día en que seamos marido y mujer, legalmente, porque serlo, creo que hace tiempo lo somos, desde aquel San Valentín, cuando nos enlazamos a nuestra manera.
Amada mía, quiero darte mis brazos y amor, quiero darte todo lo que soy. Acéptalo, como yo acepto con amor y agradecimiento lo que tú haces por mí.

Te ama y será siempre tuyo, Frank.

martes, 23 de febrero de 2010

Centésima vigésima cuarta carta

Melbourne, Martes 23 de Febrero de 2010

Querido amor:
¿Qué puedo decirte? el día de hoy, la luz del sol se apagó por mucho tiempo, pero yo no me sentía a oscuras, porque tu amor me ilumina; ilumina cada uno de mis días. Pero a pesar de todo, no puedo sentirme feliz. Hace días que me has dado el regalo de estar sólo conmigo, de no "divertirte" con ningún otro, y eso me hace feliz, me hace sentir muy bien, pero al mismo tiempo mal. Porque pienso que tú estás haciendo algo que te pesa, que no eres feliz, que te estás conformando. Quisiera hablarte del tema, decirte que tú seas quién quieras ser y yo te amaré, pero tengo miedo de volver a sufrir, de volver a pelear, de volver a sentirme enfermo de celos. Pero quisiera que tú seas feliz, porque te amo... pero quiero amarte a ti, como eres, a ti, la que quieres ser... no a la mujer que te conviertes para satisfacerme a mí. Y vuelvo a decirte, no te confundas, no es que no me guste lo que estás haciendo, al contrario, me encanta, pero me entristece saber que te pesa.
Estoy triste, tengo miedo, estoy totalmente aterrado, pero mi forma de demostrarte mi amor (así como tú lo estás demostrando a tu forma), será confiando en ti, no huyendo, comportándome como hombre y no como gallina; mi forma de demostrarte mi amor, será quedarme a tu lado y tratar de convertirme en el hombre que tú quieres, en el hombre que puedas amar y que te haga feliz, quiero ser ese hombre.
Porque no imaginas las ganas que tengo ahora de huir, de tirar todo, pero no porque no te ame, no porque no sea feliz contigo, no porque no necesite estar a tu lado cada minuto, sino porque tengo miedo, tú sabes, tú conoces mis miedos y sé que te han dañado, por eso hoy, les quiero dar la espalda. Hoy tu amor atará las dudas con cadenas de hierro, para que no salgan de mi corazón. Hoy, tu amor me dará el aliento que necesito para seguir adelante. Hoy, te amo y más que nunca. Más de lo que hasta hoy te había amado, pero seguramente sea mucho menos de lo que te llegaré a amar el último día de mi vida, porque tu amor crece en mi alma, como una corriente, como la crecida de un río; pero no baja cuando el sol lo calienta, se hace aún más grande.
Mi amor, una vez dije (como decía la canción) que te amaría hasta que me amaras como no habías amado a nadie, e incluso en mis cartas, lo dije muchas veces, cuando creía que para ti era sólo diversión nuestra relación. Hoy puedo decir a gritos y sin miedo a equivocarme que lo haces, que me amas como no has amado a nadie, porque lo que hoy estás haciendo por mí, dudo que lo hicieras por alguien más, ni siquiera por Tomas. Porque de la forma que me estás demostrando tu amor, es imposible creer que no me ames; y veo que me amas muchísimo, como me has dicho, veo que me quieres más que a nadie, como me lo has dicho. Es un gesto hermoso lo que has hecho y haces por mí. Gracias amor de mi vida, gracias.

Tuyo por siempre, Frank.

jueves, 4 de febrero de 2010

Centésima vigésima tercera carta

Barcelona, Jueves 4 de Febrero de 2010

Adhara:
¿Qué puedo decir de todos los días que pasaron? probablemente lo mejor sea contar desde los últimos, en los que volvimos a estar juntos, en los que regresaste y fueron tan perfectos como los que antes pasábamos juntos. ¿Debería contar que Tomas está por suicidarse y que eso te afecta? por supuesto; sabes que siempre me dolió que lo ames, pero no puedo hacer nada para cambiarlo, y no debería, lo único que me queda es aceptarlo y ayudarte a superar este mal momento. Te amo y quiero verte feliz, te amo y todo lo que haga será para que seas feliz. Al menos lo intentaré, te pido perdón desde ahora si no lo consigo.

Tuyo siempre, Frank.

viernes, 22 de enero de 2010

Centésima vigésima segunda carta

Tallin, Viernes 22 de Enero de 2010

Amor mío:
Este ha sido un día genial, y me siento como un tonto porque me haz hecho tan feliz con tan poco. Un mensaje, una cita CELESTIAL, y aquel mensaje que tanto me gusta leer, uno que hace mucho tiempo no veía; creo que me estoy enamorando de Adhara Revilla. Una vez más, y después de haber dicho que ya no me importabas, que te había olvidado, que me había enamorado de otra, siento que me estoy enamorando otra vez de ti. No quiere decir que haya dehado de pensar en ella, de hecho, todo el día lo hice y pensé en lo que debo decidir y hacer. Pero tenía que decirte que hoy vuelvo a pensar que te amo con toda mi alma.

Frank.

miércoles, 20 de enero de 2010

Centésima vigésima primera carta

Estocolmo, Jueves 21 de Enero de 2010

Una vez más, no sé qué poner de encabezado. ¿A quién voy a dirigir mi carta?, ¿Al amor de mi vida? sabiendo que mientras escribo te estoy traicionando con mis sentimientos. Cómo son las cosas, nunca pensé que escribiría algo así en éstas líneas. Si amenacé con fingir una relación, fingir que me enamoraba de alguien más para que sintieras miedo de perderme y te acercaras a mí. Lo que nunca hubiera pensado era que sucedería de verdad. Perdoname, amada mía, pero estoy enamorado, he vuelto a enamorarme.
Me siento muy extraño, no creí que se podía sentir amor por dos personas al mismo tiempo. Es decir, lo sabía porque tu amas a Tomas y a mí, pero nunca creí que lo experimentaría. No se lo he dicho aún, pero creo que la amo y no he dejado de amarte a ti. Me estoy volviendo loco porque no sé qué va a pasar, porque sé que a alguna de las dos voy a tener que dejar. ¿Finalmente tendré que resignarme a vivir sin ti?, ¿A que todos esos sueños morirán?, ¿tendré que resignarme a vivir sin tu amor, el amor de mi vida, mi primer amor?, ¿o tendré que renunciar a ella, aún sin haberla tenido?, ¿Qué hago? dime que no me amas ya, dime que es cierto que ya no soy nada en tu vida, dime que no te importa si muero o si vivo, porque así me partirás el alma de una vez, y yo me iré con ella. O dime que me quede, que no puedes vivir sin mí, que me amas más que a nadie... dime que me amas como no has amado a nadie, y me quedaré contigo, y te amaré por el resto de mi vida, a pesar de las diferencias y problemas que podamos tener.
Dímelo porque yo, estoy muy confundido.

Frank.

lunes, 11 de enero de 2010

Centésima vigésima carta

Seattle, Lunes 11 de Enero de 2010

Adhara:
¿Cómo se hace para empezar a escribir esta carta?, tu amor me quema por dentro, es imposible quitármelo de encima, porque ocupa todo y hasta mi última gota de sudor, cae con amor del tuyo. La gira empezó, y me divierto bastante, hablo con muchas personas, hago de mis locuras... pero sin ti, casi nada tiene sentido; si no estás, no puedo evitar sentir que me falta una parte de mí. Me he prometido no amarte si tú no me amas a mí, pero casi no puedo evitarlo. Los días de alegría y euforia dejan la nostalgia y el sin sabor en mi boca, al terminar el día.
¿Cómo hacerlo?, ¿Cómo explicar el sentimiento que tengo ahora? si contigo todo es nuevo. Aún ahora, todo es nuevo a tu lado. Me faltas y me falta una parte de mí, y creo que es la más importante, el corazón.
Pero tengo que contarte algo. Estos días que no estuviste, alguien apareció en mi vida y se convirtió en alguien muy importante para mí. Es mi hermana Ellen, a pesar de que habló muy mal de ti y eso generalmente me molesta, me dijo cosas ciertas a su manera y me enseñó a valorarme a mí mismo. En poco tiempo aprendí a quererla mucho y eso también me enseñó que no eres lo único en el mundo; sabes? creo que si me preguntaran ahora diría que ya no muero sin ti. Te extraño, sí, pero aún no sé qué pasará cuando vuelvas. Simplemente estoy esperando.

Frank.

sábado, 9 de enero de 2010

Centésima décimo novena carta

México, Sábado 9 de Enero de 2010

Adhara:
Otro día más sin ti. Te extraño, no te imaginas cuánto, y todo me recuerda a ti; todos los lugares que juntos recorrimos, las cosas que hicimos. No puedo creer que no lo recuerdes, que no signifique nada para ti, no lo creo.
Sabes? puede que me haya transformado en un monstruo, pero debes reconocer que nadie te ha amado ni te ama como yo, debes reconocer que a nadie le importas como a mí, y nadie piensa en ti como yo. Y si pido con mi corazón a gritos que vuelvas a quererme como antes, no es por otra razón más que por la de amarte con toda mi alma.
Estos días he salido, he conocido personas, hay chicas tan amables y lindas, otras candentes y atrevidas; dulces y locas. Hay mujeres hermosas, pero ninguna de ellas eres tú. Ninguna.
Te anhelo, porque fuiste el amor de mi vida, porque lo eres aún, porque te siento parte de mi alma, de mi sangre y de mi carne. O dime si tú puedes arrancarme de ti, enséñame a hacerlo, porque si lo hiciera andaría por el mundo, vagando sin una parte de mí. Y esa parte eres tú.
No voy a decir que sin ti no soy nada, no voy a decir que me muero sin ti, ni que sin ti no tengo ganas de vivir. Esta vez te diré que me he acostumbrado a estar sin ti, pero mi corazón no deja de amarte en ningún momento. Sin ti, la vida es tranquila, llevadera, común y corriente; te necesito para que le des vida a mi vida.
Me han dicho que te olvide, que te ignore y accedí. Y voy a seguir olvidándote hasta tanto me devuelvas tu querer. Hasta que tú me demuestres que me amas y quieres seguir conmigo toda la vida.

Frank.

jueves, 7 de enero de 2010

Centésima décima octava carta

Río de Janeiro, Jueves 7 de Enero de 2010

No sé cómo empezar, ni qué encabezado poner. Decirte querida? como los maridos llamas a sus mujeres, no me parece. Decirte mi amor?, mientras estoy tratando de olvidarte? tampoco. Adhara, tal vez tu nombre sería lo más conveniente, pero esas letras, las que componen tu nombre me queman en los labios cuando las pronuncio, y también mis ojos cuando las escribo.
Estamos mal. Yo sé que según tú, empezamos de cero sin etiquetas, pero yo sé en mi corazón que estamos mal. Y me duele, no te imaginas cuánto, si al fin y al cabo estoy pagando el precio de haber sido yo en todos los momentos que pasamos. Sé que me convetí en un monstruo, sé que te herí con mis palabras, pero en ningún momento dejé de amarte.
Dímelo, dime la verdad. La misma verdad que me dijiste en un momento de enojo; que fui lo más importante en tu vida y que ahora no soy nada, que ni siquiera tienes ganas de hablarme. Dímelo, te pido por favor que lo hagas y que mates de una vez la estúpida ilusión que tengo que vuelvas a verme de esa manera, que me ames más que a nadie; aunque te confieso que yo creo que ya lo haces, creo que me amas más que a nadie, incluso más que a Tomas. Pero también creo que ya no te intereso, para nada, no quieres hacer nada conmigo, no te importa nada de mí, y tal vez también eso sea culpa mía. Pero mi corazón jamás entenderá tus llamadas telefónicas breves, tus distanciamientos, tus negativas a citas, salidas, besos, abrazos.
No sé si me duele más olvidarte o haber perdido todo lo que perdí, porque sé que lo que viví contigo no lo volveré a vivir nunca más con nadie. Nuestra mágica noche de San Valentín, nuestras citas, nuestras románticas noches juntos, las salidas a caminar bajo la luna y las estrellas, las 5 diarias, los viajes románticos, hacer el amor en cualquier lugar, sin importar el qué dirán, las canciones que nos dedicábamos, todo, todo. Fuimos tanto, teníamos todo, y los dos por estúpidos lo echamos a perder.
Sería perfecto volver a tener una relación feliz, no igual a antes, sino mejor. Pero ahora tengo un lío en la cabeza: mi hermana me dice que te olvide y te quite por completo de mi vida, salvo que me demuestres que me amas y que te importo más que los otros; Diane me dice que me amas más que a nadie, que te deje ser libre y volveremos y seremos felices. Qué ideas tan contradictorias! qué haré? dímelo tú, dime si aún te intereso un poco, dime que te mueres por mí, como antes, por favor, dímelo porque nunca me perdonaré haber pasado de ser el más importante en tu vida, a ser nada.

Frank.